domingo, 12 de junio de 2011







QUEMADURAS DE SOL...

Verano, sol, playa y quemaduras que arden y dañan la piel. Tomar el sol es agradable y beneficioso para el organismo, pero si no tomas las debidas precauciones puede ser sumamente perjudicial.
Pero no te preocupes, aquí te presentamos unos buenos consejos y remedios caseros para evitar y tratar las dolorosas quemaduras de sol:

Para prevenir las quemaduras

Humedece las partes de tu cuerpo que están al descubierto con una solución de 1 litro de agua y 1 ½ cucharada de bicarbonato.


Para tratar las quemaduras

Aplica agua fría sobre la zona afectada.
Aplica un producto post solar (para después del sol), de
preferencia en forma de gel para que le de frescura a tu
piel.
En caso de que aparecieran ampollas, NO las pellizques
ni revientes. Si lo hiciste, limpia la zona con un antiséptico
para evitar una infección.


Remedios caseros

Corta tomate fresco, pepino, patata cruda o salvia y coloca los pedazos sobre las partes quemadas para calmar el dolor.
También puedes colocar una bolsita de té humedecida con agua fría.
Para las quemaduras en la cara (mejillas, párpados, labios) aplícate compresas de agua fría o leche helada.
También puede aliviarse con compresas empapadas en vinagre.
Por último, evita que las partes afectadas tengan contacto con jabón, ungüentos y otras sustancias grasas que son difíciles de remover.






ALGUNOS CONSEJOS PARA CUIDAR LA PIEL...

El factor de protección solar o índice de protección solar es un indicador del tiempo que una persona puede estar expuesta al sol sin sufrir quemaduras. Dicho índice, que se refleja de forma numérica en el envase de los fotoprotectores que podemos adquirir en el mercado, es un multiplicador del tiempo que una persona puede estar tomando el sol sin quemarse. Es decir, si puede soportar media hora expuesta sin sufrir daños, un fotoprotector con factor de protección solar 4 permitirá tomar el sol al menos durante dos horas (cuatro veces más).

La protección de un protector solar en particular depende
de factores tales como:
. El tipo de piel de la persona (más clara o más oscura)
. La cantidad aplicada de protector solar y la frecuencia
de aplicación.
. Actividades realizadas durante la exposición al sol (por
ejemplo: nadar lleva a la pérdida del protector solar de
la piel en menor tiempo).
. Cantidad de protector solar que la piel ha absorbido.

Se definen principalmente estos dos fototipos de piel:
* Piel clara: piel levemente pigmentada, que se quema
algunas veces y se broncea ligeramente.
* Piel oscura: piel que no suele quemarse y que siempre
se broncea.



Elegir el mejor protector solar depende de la sensibilidad de cada piel a la radiación solar, del tipo de piel, de los lunares y pecas, de los antecedentes familiares de cáncer cutáneo y del tipo de actividad a realizar bajo el sol.

Así pues, un hombre velludo está menos expuesto que una niña de 10 años. Por ésta razón, los médicos recomiendan que sea el dermatólogo quién determine el filtro adecuado o, como mínimo, que se consulte al farmacéutico.

La forma de aplicar el protector es: siempre 30 minutos antes de ponerse en contacto con el sol, aplicando de forma uniforme en todo el cuerpo con una cantidad aproximada de 2 gramos por centímetro cuadrado. Además, hay que volver a aplicarlo cada dos horas o después de haber transpirado mucho o de haber estado en el agua más de 40 minutos.

Para evitar el daño solar, NO hay que EXPONERSE entre las 11 a.m. y las 3 p.m. , en esos momentos, los rayos UV son tan intensos que, si queremos permanecer al aire libre, el único modo de que no nos afecten es, por ejemplo, recurrir a la sombrilla o a un árbol.

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